De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.



Ahora mismo quiero ser esa maldita galleta.


A veces las cosas no son como nos las esperamos, a veces, simplemente necesitamos un golpe de suerte para ser felices del todo. Yo, hoy, puedo decir que tengo personas a mi alrededor que me hacen feliz. Unos más y otros menos, pero feliz, a fin de cuentas.
Soy la clase de persona, a la que no le gusta sentirse engañada, ni burlada, ni odiada. Soy la clase de persona que daría todo, incluso mi vida, mi alma, y todo mi dinero, por un poquito de amor. Un poquito de atención. Y sonará egoista. Pero un amigo me dijo una vez, que es lo mínimo que se pide cuando uno se siente o se quiere sentir amado.

1 comentario:

  1. Yo en este momento solo te puedo decir sil, que como siempre te digo te quiero un puñao tata, que no estes mal, que no estes triste , que aqui me tienes para lo que haga falta y a quien te haga sufrir me lo cargare : )

    Te queremos sil!!!

    ResponderEliminar