De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.





Todos necesitamos esa chispa que nos activa, que nos hace sentir tan vivos como el primer día en que conocimos a esa persona que nos cambió, el primer día que bailamos sin ton ni son, como si nada más importase. Es como cuando tomas una infusión calentita, y te baja por el esófago lentamente, y sientes durante unos minutos algo dentro de ti, que te conforta. Podría explicarse de una forma muy simple, y esta es el modo en que sonríes cuando estás cerca de él o de ella, es el modo en que os acariciáis las manos, y ya está. 
Para mi, es ese momento en el que descubres tus secretos a la otra persona y no te juzga.  Es ese momento en el que descubres aquella frase que decían tus padres que no entendías, " no estamos discutiendo, estamos hablando", y la entiendes. O el momento de ternura cuando duerme.  
Espero que encontréis la chispa de la vida, que no es la coca-cola.



Crecer, en cualquier sentido, debe ser lo que estoy sintiendo. 
Añoro las tardes de lluvia aunque sigo odiandolas. 
Y siento que arde mi cabeza cuando pienso que pasará mañana. 
Creo que seguiré por el buen camino, siempre y cuando, escuche esa música 
y olvide todos los problemas.



No es malo tener miedo, lo malo es dejar que el miedo domine tu vida. porque entonces no tendrás vida, solo miedo...




Por cada paso que das, yo te doy una esperanza.
Sigue con tus sueños y siente las olas del mar, 
mientras uses el agua a tu favor. 
(Aunque duela menos cuando el agua es dulce)
Lo mismo, nos cansamos a la mitad del camino, 
pero lo volvemos a intentar al dia siguiente.

Creo que deberías mirar mas allá de lo que se asoma a la punta de tu nariz.




Estoy tumbada en el suelo, todo es verde a mi alrededor, hay una gran colina y siento que mis músculos se relajan. Mientras me cuenta como le ha ido la mañana, se duerme en mis brazos. Miro más allá mientras pasan los minutos. Hay niños correteando, el cielo, los árboles... Y sonrío mientras le acaricio el pelo al que duerme. Sonrío porque es lo único que me ayuda a dormir por las noches. Imagino que estoy tumbada allí y no aquí. Y mientras todo sigue tranquilo, encuentro un sueño profundo que hace que pasen las horas. Y cada noche, estoy allí, con él, otra vez. Cada noche, porque he descubierto, que es lo único que me ayuda a dormir. Es lo único que no me hace cuestionarme donde estoy, que hago y porque continuo luchando por algo que ya no se, si es mio o no. Es lo único que no hace que piense en abandonar. Es algo maravilloso, por que esta noche volveré a encontrarme con él y me dará fuerzas para levantarme por la mañana. O eso espero.