De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.



Yo sin ton ni son.


Con estas palabras no intento convencer a nadie, más bien a mi misma.

Nos separamos poco a poco y nunca más volveremos a dirigirnos la palabra.
Me doleis todos y cada uno de vosotros poco a poco pero comprendo que las cosas cambian.
Y para mi siempre, demasiado pronto, cambian.
El tiempo, el amor, el rencor, las mentiras y sobretodo el "correveidile", ya empiezan a poder con mis ganas de ser buena persona, ayudar, dar y respetar. Os meteis en la vida de los demás como si os importara. Como si cada uno no pudiese vivir como quisiera y ser lo que quisiera y vivir en paz. Vivir felices. No sabeis lo que es ser felices, porque estais más pendientes de criticar y meteros en la vida de los demás que de ser felices.
No tengo más para explicar esta parte de mis sentimientos. Que estan hartos de ir a visitar a sus familiares con unas ganas increibles y volver llorando por las críticas recibidas.

También me molesta que alguien a quien aprecias mucho, y con el que no has podido hablar a menudo te diga que si no hablais. ¿¡Que coño!? Como si esa persona tampoco pudiera saludarte a ti!!? Pero eso es lo de menos. Por que con estas personas, todavia se puede hablar y arreglar las cosas y quedar y ser magnificamente grandes, pese a no ser NI FAMILIA.

Y tras todo lo que he escrito, no tengo ni una humilde palabra para expresar todo lo que siento al respecto. Por que una mirada, en el momento adecuado, una sola mirada, un solo puñetero abrazo, hace que mis malditos sentimientos sonrian de oreja a oreja.

Y para finalizar mi pensamiento, me digo a mi misma. Algun dia, algun dia.

Margaritas bohemias.

Bohemio, así se describía a si mismo. La casa desordenada pero cada cosa en su lugar, colores grisaceos, pocos muebles y mucho espacio. Pinceles, lienzos, sabanas empapadas de color.
Pero a mi no me engañaba tan facilmente. En el lugar mas escondido de su hogar, fuera, donde nadie podía verlo si él no quería, había un par de girasoles. Amarillos y marrones con hojas verdes, llenos de color y vida. Tan cerca del sol como su mirada.
Y así descubrí que él no era bohemio.
 Ese era el espacio- tiempo donde dejaba de ser él, para ser otra parte de si mismo que yo nunca entendería.
Y no hizo falta que yo le explicara mis problemas a él, por que él había pasado por los mismos.
Y no hizo falta que yo le dijera el dolor que sentía por ellos, por que él, tambíen lo sentía.
Y no hizo falta que yo le metiese nada en la cabeza, por que cada uno, había demostrado ya, de que bando estaba.
Y no hizo falta que hablasemos, por que cuando estabamos en silencio, los dos sabíamos en que estabamos pensando.




Quiero que me encuentres y que juntos, vayamos a nuestro sueño, que nos está esperando.