Y no hizo falta que yo le explicara mis problemas a él, por que él había pasado por los mismos.
Y no hizo falta que yo le dijera el dolor que sentía por ellos, por que él, tambíen lo sentía.
Y no hizo falta que yo le metiese nada en la cabeza, por que cada uno, había demostrado ya, de que bando estaba.
Y no hizo falta que hablasemos, por que cuando estabamos en silencio, los dos sabíamos en que estabamos pensando.
Quiero que me encuentres y que juntos, vayamos a nuestro sueño, que nos está esperando.
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