De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.



Si tu me dices ven yo lo dejo todo pero dime ven.

Sentí alivio al notar el pequeño saquito negro donde llevaba mis dos anillos.
Ese "mi" significaba muchas cosas... Mi padre, mi destino, mi anillo, mi fuerza... Mi...
Aunque yo todavía no era digno de él... Cuando él llevaba puesto el "mi", ese anillo hasta brillaba porque poseía una fuerza increíble...
El otro anillo que llevaba era el que ella me había regalado el día en que ella me quiso al máximo. Sé que es difícil de creer que yo sepa cuál fue el día exacto que me quiso hasta el nivel más alto.
Pero os juro que cuando se acaba una relación, puedes llegar a saber cuál fue ese día. Lo notas... lo presientes...

Albert Espinosa.

Reacciones espontaneas de una sin nombre.

 Ella, oscura y fria llego a la ciudad. Sueña, sueña con su mundo de hielo mientras la noche invade sus pensamientos, mientras su ropa mojada se congela en el miedo. Sueña la noche eterna, que no se hace de rogar. Ruge, la oscuridad profunda, eterna y miente, mientras la escarcha baña los tejados de su noche sin intimidad. Vuela riendo por encima de esa gente que se siente tan grande ante el mundo y en realidad no son nada. Y cuando los rayos de sol entran por la ventana, su sueño permanece abierto, la escarcha se derrite. Tiene miedo, las alas se evaporan rapidamente y cae al suelo con ellos. La ciudad duerme mientras un alma oscura esta soñando. No despierta nunca. Anda por la calle, durmiente, vagabunda, somnolienta, mentirosa y sonriente. Su piel es clara y sus ojos recorren la calle iluminandola, pero nadie se da cuenta.
Y de pronto lo encuentra, su diamante en bruto, su alma gemela, un hombre de piel clara, que ilumina la calle con sus ojos, al que nadie mira, al que nadie escucha. Se encuentran derrepente, la noche regresa, noche sin luna, noche oscura de nuevo, noches profundas y eternas hay pocas. Bajo los focos del viejo estadio, dos almas gemelas se encuentran, nadie los mira, nadie los escucha. Pero juntos iluminan todos esos focos que son los únicos que los espian. Exóticos, bellos, hermosos, diferentes, son absorbidos por un haz de luz que los desintegra del mundo.
  Despiera, la mujer de cristal ve como el sol ilumina su habitación, la mujer oscura, la mujer fria mira a su lado. La nada, la penumbra, un vaso de alcohol. Y ve como se destiñe, poco a poco, cuando la luz se esconde, y ve como revive esos momentos cuando la luz se muestra. Solo puede escuchar una melodia sorda en su cabeza, mientras ella enmudece por el miedo. No hay nada más que miedo en su mirada, esa mirada que la hace tan fria en esas noches oscuras, y profundas de la ciudad.

keep smiling.

Te obligas a creer que todo saldrá bien, solo tienes que intentarlo y luchar. Y cuando ocurre, te pierdes, te entristeces, hulles. A veces consigues algo que siempre habías querido y cuando lo tienes, ya no te sirve para nada. Relajate, sonrie, baila, espera, sorprende, ayuda, habla, pregunta, busca y, no dejes de soñar.

Keep smiling. :)

Hoy he dormido en cristales rotos, he soñado con helados de fresa, he pintado con acrilicos mojados, he andado por casa con mis zapatillas de mafalda. Y he pensado en ti.

la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.

Está tumbada en la cama, hace frio, se levanta y anda unos pasos. La cocina está vacía, pero escucha a su compañera de piso mientras rasguea con el boli las gruesas capas de papel que le quedan por estudiar. Y de nuevo silencio, prepara espaguetis, piensa en diversas cosas mientras enciende el fuego, pero no quiere pensar en él. Por que cuando menos lo piensas, antes termina todo, pasa el tiempo, pasa el año, y de pronto te ves tumbada en la playa besandolo o riendose de los viejos que solo saben cotillear en la piscina. Cuando se da cuenta, ya están listos los espaguetis, un plato, bebida. Se mete en su cuarto sin hacer ruido, no quiere dar explicaciones, ni hablar con nadie. Se sienta en la cama y come, mientras ve una peli. De pronto la incesable lucha de una madre. Una llamada, dos, que si como estas, que si te llevas bien con todos, que si que tal la universidad. Ganas de llorar aumentando, es el momento de decir adios, pero de pronto llama él. Él, que la quiere tanto. Y le pregunta que tal está, donde está. ¿como donde estoy? Ella, tan cansada y deprimida, está donde debe estar. Está en su habitación. Luego te llamo, él le dice a ella. Y ahora, no sabe si ponerse los cascos y seguir viendo la peli o esperar. Esperar a qué, siempre en stand by como decía aquella canción que tanto le da que pensar. Cuanto tiempo transcurre, puede que diez minutos, no se quita los cascos, mira la película, es más, se va a por un yogur y se lo zampa tras esos espaguetis.  Un golpe a la puerta, dos, tres, rápidos. Piensa que son ellos, pero no son ellos, ellos siempre llaman y esperan, llaman y esperan. Pero esta vez llaman y entran. Ella está ahí, tirada en la cama, y todo se vuelve tan raro...
Está desorientada, se quita los cascos deprisa y ve una figura oscura adentrandose. Una sonrisa, un grito, esos ojos, ya no se ve tan borroso todo, pero cuesta de asimilar.  ¿donde está? ¿quien es él? Está ahí, delante de ella. Él delante de ella y ella delante de él. Bueno, ella esta tirada en la cama. QUE FUERTE, ¿TU QUE HACES AQUI? ¿TU? ¿AQUI?
Ella se siente afortunada. Ella era afortunada. Ella es afortunada. Que divertido! Ella está alucinando.
Puede que todo sea una alucinación, pero de ser así, ella lo prefiere. Nunca puedes entender el limite de un sentimiento así, tan grande, tan puro. No llores más.


PD: Gracias, por hacer realidad los deseos más íntimos de una mujer aquí sentada.
Gracias, por a hacer que mi pelo se destiña y derrita ante ti.
Y gracias, por confiar, en que yo pueda escribir de algun modo, un poco mejor cada día.

Cuando, como y porqué

¿Cuando las personas nos damos cuenta de que nos hemos hecho adultos?
Pocas personas llegan a convertirse plenamente en una persona adulta en su vida, es más, nadie debería llegar a ser una persona adulta plenamente al finalizar su vida.
Una niña de piel morena llama a su padre por telefono. - Estoy llegando, ¿estás en la estación esperandome ?
La mujer de mi lado se pregunta por que le ha tocado una tipa como yo en el asiento de al lado. Pero luego se da cuenta de que las dos hemos llevado un bocata para el camino, y piensa que tal vez no sean tan diferentes.
El chico de al lado de la niña morena, está ansioso por llegar a su casa. Parece que debe ir a trabajar a la mañana siguiente y me da la impresión de que intenta ligar con ella hasta el momento en que escucha la música de su movil.
La mujer de delante está comiendo mcdonals. Simplemente y a pesar de eso, yo ya la considero adulta.
Me estoy mareando, siento nauseas, el vagon da tumbos y los demás parecen no immutarse.
No tengo a nadie esperandome en la estación. Si, hay un taxi. El primero para mi. Y en el momento en que llego a mi nuevo hogar, y me meto en mi balcon de metro cuadrado siento que me estoy haciendo adulta. Poco a poco, alomejor no mucho, alomejor no me lo merezco, pero me siento así.