De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.



Mientras intentaba ser diferente a las demás, me di cuenta de que me estaba convirtiendo en ellas, hasta que un día dije, anda pero si soy como ellas. Entonces me odié, porque no sabía como había llegado hasta ese punto de ser tan como ellas. Quería ser diferente. Quería romper tópicos. Ahora solo me queda la esperanza de resetearme por las noches y volver a empezar mañana y pasado y el otro. Voy a tratar de cambiar. Voy a romper con vuestros tópicos de mierda. 
Reseteandome hasta nuevo aviso.

Sus amigas decían de ella que era una persona fuerte, que no debía preocuparse por las adversidades, puesto que ella podía con todo, como año tras año había podido superar todos los obstaculos que se interponían en su camino. Pero ella no pensaba así. Sí, estaba claro que podía recuperarse facilmente de la tristeza o al menos hacer parecer a los demás que era feliz. Hacerse la loca, la radiante, siempre sonriente, aunque también la solitaria. Pero cometía el mismo error una y otra vez. Dependía de sus amigas, de su familia, pero dependía muchísimo más de las personas a las que le cogía cariño. Era una dependecia tan fuerte, que olvidaba que existía ella misma en su interior. Y que tenía que rescatarla como fuera.

QueParenElMundoQueMeBajo.

Uno de abril. Le gustaba ese mes, siempre le había gustado. Era su mes. Los rayos de sol, se apoderaban de sus ojos, de su piel. Había días, que podía cambiar su típico abrigo de invierno por esas camisetas de manga corta que le gustaban tanto. Incluso, se le  hacía más facil amanecer y empezar otro día más. El verano estaba cerca, más cerca de lo que podía imaginar, porque cuando ya solo faltaba un día para terminar el instituto, recordabas los anteriores meses y sonreías con ingenuidad.
Y le gustaba el calor. Le gustaba ver los arboles soleados, con los pajaros piando, desde el otro lado del cristal, haciendo caso omiso de las explicaciones del profesor, y imaginando los largos días de verano, esos días de 26h o más, en que solo se nos permite pensar en diversión. También recordaba, aquellos viejos tiempos, cuando su única preocupación era cuando coger el bus, para irse con sus amigas a la playa.
 "Abril" dijo. "Se bueno conmigo."
Y abril le respondió. "Ganatelo."