De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.



QueParenElMundoQueMeBajo.

Uno de abril. Le gustaba ese mes, siempre le había gustado. Era su mes. Los rayos de sol, se apoderaban de sus ojos, de su piel. Había días, que podía cambiar su típico abrigo de invierno por esas camisetas de manga corta que le gustaban tanto. Incluso, se le  hacía más facil amanecer y empezar otro día más. El verano estaba cerca, más cerca de lo que podía imaginar, porque cuando ya solo faltaba un día para terminar el instituto, recordabas los anteriores meses y sonreías con ingenuidad.
Y le gustaba el calor. Le gustaba ver los arboles soleados, con los pajaros piando, desde el otro lado del cristal, haciendo caso omiso de las explicaciones del profesor, y imaginando los largos días de verano, esos días de 26h o más, en que solo se nos permite pensar en diversión. También recordaba, aquellos viejos tiempos, cuando su única preocupación era cuando coger el bus, para irse con sus amigas a la playa.
 "Abril" dijo. "Se bueno conmigo."
Y abril le respondió. "Ganatelo."

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