Y todo empezó con unas risas. Una mirada. Oh vaya y resulta que "ya nos conocíamos". Que verano tan increible, fue distinto a todo lo demás, a toda la vida pasada. Y entonces me fui y tu me seguiste. Y regresé cada noche para darte un beso mientras dormías. Y cuando no estabas. Nadie nunca me pudo entender. Nadie nunca entiende como se puede amar tanto. Empezaste a pedir ayuda. Ya no sabías a donde ir o a quien llamar. Se te caía la felicidad de los bolsillos y abarcaba tanto espacio que no sabías donde meterla. Ahí empezamos a tener problemas de espacio. Era algo que me preocupaba, yo decía "¿Donde meteremos la felicidad cuando tengamos a los niños?" "Tendremos que comprarnos una casa grande o irnos a la luna, una de dos."
Entonces decidimos viajar y repartir felicidad por todas partes. Era la única manera de quitarnos el problema de encima. Tu sabes que era lo único que podíamos hacer. Y un día llegamos donde al principio. Habían pasado años. Y ahí estaba. Ese ser sin vida, que nunca se movía, que nunca dejaba de estar siempre que lo necesitabamos, la solución a todos nuestros problemas!. Encontramos esa farolita en el mismo lugar donde la dejamos. Y la llenamos de felicidad. Y en ese momento descubrí que yo también te quería hasta la farolita. Y que ni tu ni yo podíamos ganar nunca, por que era un empate en toda regla.
Nunca extrañé tanto.
Sublim!!!
ResponderEliminar