De niña te enseñaban a ver el mundo en formas geométricas y colores primarios. Era como si los adultos necesitaran equiparte con logros. Luego tenías que pasarte el resto de tu vida desaprendiéndolos. Ésa era la vida, hasta donde ella podía entender. Hacer que todo fuera simple los primeros diez años y, por ese hecho, todo fuera mucho más complicado en los setenta siguientes.



Que embrollo siento.


Siento que me parto en cuatro, que cruzo los oceanos, que me enfrento a tempestades. Siento que no soy yo, si no me entristezco , si no lloro, si no tengo sentimientos tanto buenos como malos. Siento que me faltan siglos por vivir en otras tierras y contigo. Siento, que si no siento no soy yo y que sin mi, hoy no siento más que angustia por estar aquí.
 Es de día y de noche al mismo tiempo, juego con mis pensamientos. Quiero transformarme en otro ser pero no puedo querer. Ya no se si soy un fragmento malo o bueno y me nublo bajo llave, pero en el viento me entorpezco. Quiero sentir en mis pensamientos que soy algo que está por venir.



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